sábado, 5 de diciembre de 2009

Episodio I

27-08-84
Querido Diario:

Bien, estas serían las noticias desde que mi último diario se acabó. Es increíble lo poco que duran, quizá aguantarían un poco más si no los llevara conmigo a todos lados. Debo admitir que antes me parecía peligroso llevarlo en la mochila, pero se me pasó hace tres años...

Para empezar, Sirius se ha puesto un poco molesto conmigo. No lo sé, siempre fuimos muy unidos y de... ¿juguetear? Nos molestamos mutuamente desde hace tiempo, en cuanto uno da pie, el otro aprovecha. Pero últimamente me molesta aunque yo no le de el más leve indicio de estar jugando. Eso me llama la atención, pero como no pasa a mayores, no ha traído discusiones.

Peter, en cambio, sí es insoportable. Siempre me pareció que era un idiota, pero nunca tanto como ahora. Ya lo había dicho en el diario anterior, me parecía que él andaba con nosotros por conveniencia, pero James lo conoció antes de que me uniera a ellos en tercer año. Ya eran amigos en aquel entonces y si James confía en él, por algo es. Pero me incomoda un poco cuando cruzo miradas con Peter. Quizá sea el hecho de que se me queda mirando con esa cara de rata que tiene.

James sigue sin querer admitir que le gusta esta chica... ¿Cómo se llama?... ¡ah sí!... Lily. Lo he sorprendido un par de veces mirándola con cara de tonto, pasándose automáticamente la mano por el pelo cada que ella está cerca. Tal vez ella no se dé cuenta, cree que es un maldito arrogante, pero yo lo conozco lo suficiente como para saber de que está estúpido por ella. Creo que ni Sirius lo notó. Claro que no sé de qué hablarán James y Sirius cuando están solos en sus habitaciones... a lo mejor Sirius ya lo sabe de antemano, y no digo esto por los agudos sentidos femeninos que poseo… porque, aunque ellos no lo quieran admitir, soy mujer.

Ya sabes cómo soy en ese tema. Yo sé que lo hacen con cariño, pero comienzo a detestar que se refieran a mí como “el chico”. Entiendo, eran 4 varones hasta que yo llegué… y son algo machistas… pero podrían llamarme “Sarah” y dejar de molestar.

El que está un poco distante es Remus. Desde que lo conocí que fue conmigo el más serio de todos, o eso creo. Aunque en realidad esa distancia no es preocupante, es un rasgo más de su personalidad, me respeta demasiado. Es el más centrado de todos, el que siempre nos pone límites; es como nuestra conciencia, digamos. A veces me gustaría que él me molestara en broma como Sirius. De todos modos, tenemos una buena amistad, cuando estoy con él me siento muy madura... bueno, no tanto... un poco madura, debería decir apenas madura o quizá sea una ilusión generada porque cuando estoy con él hablo de cosas con más significado que ponerle al viejo señor Perkins, pulgas en la cabeza, o Mantícoras bajo la cama.

Si no fuera por Remus, jamás me sentiría medio culpable por esas pequeñas travesuras bueno, medianas travesuras ¡Bien! ¡Grandes travesuras! Por lo tanto, sin él no tendría límites morales.

Ahora, cambiando un poco de tema, estoy en las vacaciones en Hogwarts. Sí, conseguí la autorización para quedarme en las vacaciones, claro que a un precio bastante alto: ese maldito viejo barbudo, dijo que si quiero quedarme debo ayudar para “retribuirlo”. Así que tengo mis horas libres, pero también tengo que ayudar a Filch con la limpieza. ¡No tiene sentido! ¡De verdad que no lo tiene! Para cuando terminamos con el piso de arriba, la planta baja ya está sucia nuevamente. ¡Todo sea para no estar en casa!

De todos modos le sonreí al director y no dije nada más. Recuerda lo que planeo: santa por fuera, diabla por dentro, y así conquistaré el mundo. De esa forma conocí a los merodeadores. Ellos prácticamente dominan Hogwarts, bueno, claro que cuando los tuve cerca no pude evitar encariñarme con ellos. Pero eso no me va a pasar con Dumbledore. No es más que un viejo que se cree que lo sabe todo.

En fin, eso es todo hasta el momento, a menos que quieras saber de dónde saliste, en ese caso esta es la historia de lo que sucedió esta mañana:

Estaba en la oficina de Dumbledore, fingiendo que ordenaba una estantería, mientras charlaba con él, que contestaba una carta para el Ministerio. Es parte de la limpieza que me toca hacer. Filch dijo que el director necesitaba dejar todo el estante en condiciones porque está por irse de viaje él también. Me pareció una gran idea. Limpiar ahí y hablarle era todo lo que necesitaba para ganarme su confianza.

Mientras clasificaba los libros según su contenido, encontré un libro cuya portaba no daba ninguna información, y no tenía escritura en el lomo. Para ver dónde lo metía, lo abrí para ver de qué se trataba, y no tenía nada escrito. Se lo mostré a Dumbledore, que tampoco supo de dónde había salido un libro en blanco. Entonces probamos una serie de hechizos para ver si estaba escrito con algún tipo de tinta invisible, pero nada... hice la prueba escribiendo la frase que hay arriba, pero nada ocurrió. Entonces él dijo calmadamente:

-¡Qué frase tan filosófica!

-Yo la encuentro alentadora. ¿Por qué deberíamos deprimirnos cuando la vida nos da la espalda?

-No digo que esté mal tu punto de vista, solo pienso que hay otras formas en las que una señorita podría expresarse, podrías haber puesto ‘Dale la espalda a la vida’. Es lo mismo ¿No?

-Sí, pero no es gracioso ¿Cree que le sirva para algo? -pregunté sin quitar los ojos del libro, era perfecto.

-No, no lo creo. Creo que son más útiles los libros escritos -contestó.

-Creo que podría darle un buen uso, puede que sea lo que andaba buscando- le dije.

-Quédatelo, entonces. Yo no lo usaré -sonrió.

-Gracias.

Y aquí estamos, en el medio de la tarde, en la torre de astronomía, esperando que empiece el año...

¡Adiós!


30-07-84
Querido Diario:

No pasó nada digno de grabarse aquí, así que... ¡Hasta luego!


3-08-84
Querido Diario:

¿Tienes tú algo que contar? Yo no... ¡Hasta la próxima!


6-08-84
Querido Diario:

¿Cuándo crees que pase algo? ¿Antes de Navidad? We wish you a Merry Christmas. We wish you a Merry Christmas. We wish you a Merry Christmas. And a happy new year!
¡Nos vemos después!


31-08-84
Querido Diario:

Como no se me ocurrían más estupideces semejantes, opté por dejar que el libro juntara polvo en la mesa de luz durante las vacaciones. Son las 12 de la noche del 31 de Agosto... ¡Mañana empiezan las clases!

Hoy sí pasaron cosas, no algo para decir “¡Diablos! ¡Qué cosas que pasaron!”, pero fui al Callejón Diagon, a comprar las cosas para este año. Me levanté temprano, fui a Hogsmeade, tomé el tren, bajé en Kings’ Cross, fui a la posada de Tom, y entré al callejón con la esperanza de encontrarme con alguno de los chicos. Como dejan siempre las cosas para el último momento, creí que quizá los encontraría, y no me equivoqué: ahí estaban, en la heladería.

Fue emocionante verlos otra vez, los extrañé tanto en las vacaciones. Pobre Sirius, odia tanto a su familia y tuvo que soportar a sus miembros de todas formas, si tan solo se hubiera quedado conmigo en las vacaciones, todo habría sido muy distinto.

Como sea, estar con ellos otra vez fue genial. Nos contamos cosas de nuestras vacaciones, compramos las cosas y nos quedamos allá hasta hace más o menos una hora, cuando nos despedimos y tuve que volver.

Fue una suerte que nos encontráramos todos, porque no habíamos arreglado nada, y eso que yo les dije hace un tiempo que convendría que arreglemos la ida a Callejón Diagon, pero hasta eso quisieron dejar para el último momento. Cretinos. De todos modos, me alegro que todo saliera bien.

Tú sabes, no son fáciles las cosas… si bien tengo amigos, no la hubiese pasado nada bien si ellos no estaban ahí en ese momento. Me refiero claro está, al resto del colegio… de las chicas, más específicamente ¡las odio tanto!

Había muchas allí, todas con espejos y hebillas y esas cosas, maquillándose en los baños... ¿Cuál es la necesidad de esa cosa en polvo que se ponen en la cara? ¡Y cómo me miran! Con lástima, de arriba a abajo. Como si fuera un bicho raro... ¡Yo les tengo lástima! La única que se salva es Lily Evans, es la única centrada y no superficial que conozco hasta el momento... bueno, conocer tal vez es una palabra grande, pero se le nota que es buena persona.

No puedo negar que no es lo mismo tener amigas que amigos. Si bien yo confío los chicos y les cuento mis cosas, me gustaría tener una amiga, no creas que no. Para hablar cosas de mujeres... ya sabes... si no tengo amigas desde hace años, ¿cómo voy a saber si es normal que se te adelante el período 4 días mes a mes? No quiero ni imaginar la cara que me pondrían los chicos si alguna vez se lo planteara. Y claro está, con una amiga, podría hablar… ¡De ellos!

Me caerían bien si fueran un poco más rellenas en la cabeza, es decir, si tuvieran una que otra neurona. Pero no las puedo culpar por mirarme así. No es que sea una mala persona, solo soy distinta, y eso puede resultar complicado en esta edad en la que lo principal parece encajar en un grupo de personas, como ejemplo tenemos a la Preparatoria de los estadounidenses, donde están los Winners, los Freaks y los tan conocidos Losers. Yo, sería un Freak.

Lo principal para encajar en este colegio es: Reírse como estúpida por los corredores, correr al baño en todos los recreos (y con todas las amigas) para ver si se corrió el maquillaje o llevar siempre un espejito y sacarlo en cuando el profesor se distrae. Y no nos olvidemos del peine ¡SUPER IMPORTANTE! (sarcasmo); también para usarlo en los dos microsegundos que el profesor tarda en recoger un trozo de pergamino o pluma.

El punto es que yo no me familiarizo con ninguna de esas cosas: reírme como tarada cuando alguien dice “Me besé con...” no es lo mío. Maquillarme... ¡ni siquiera sé cómo se hace! ¿Espejo? ¿Es que acaso no conozco mi cara? Y ni hablemos del peine... ¿Hace cuanto que no me peino a la mañana? Si tengo que estar de muy buen humor para peinarme después de bañarme, imagínate...

¿Y ves? Esas son razones más que suficientes para que las estúpidas esas me miren así, cuando debería ser la envidia de todas ellas por estar con los dos galanes más codiciados de este lugar, 16 horas al día.

Y bueno, ya que estamos hablando de este tema, también debería ser la envidia del colegio, por haber sido besada por uno de esos dos galanes. Sí, ya sé, fue un lapsus extraño, y había tomado un poquito de más... y él también... y estando en Hogsmeade, donde había tantos alumnos curiosos sin nada que hacer, era lógico que se enterara hasta McGonagall en el plazo de una hora. Pero no hace falta que recordemos la historia de cómo el idiota de Snape tuvo material de sobra para armar rumores. Aunque eso no resultara malo, después de todo... no olvidemos que ese fue el único momento en el que me gustó que todas las admiradoras de Sirius me miraran mal. Eso hasta a él le pareció muy divertido... y (jaja), ahora que me acuerdo, después de eso cada vez que pasaban cerca me abrazaba o algo para extraer más miradas de odio... o para darle celos a alguna que tendría en jaque. ¿Yo qué sé? Creo que por un momento, tuve miedo de que se acabara nuestra amistad por eso... mucho miedo, pero quedó atrás. Bah, lo más atrás que se puede, teniendo en cuenta que una jamás se olvida del primer beso... hasta YO soy capaz de recordar esas cosas, como fácilmente puedes ver...

En fin, ya es como la una... mejor que me vaya a dormir.
¡Adiós!

1-09-84
Querido Diario:

¡Primer día de clases! ¡Qué alegría, por fin!

Son como las ocho de la mañana, y estoy por bajar a desayunar. Hoy a la noche es el banquete y prometí que ayudaría con la decoración, pero hasta que sea la tarde, no tengo nada que hacer, y eso es lo que le envidio a muchas chicas: si yo fuera como ellas, en este momento estaría haciendo tratamiento de belleza y todas esas cosas que ellas hacen. Practicar un peinado para la noche, algún tipo de maquillaje disimulado, depilarse las cejas, hacer un de esas mascarilla de azúcar y limón que jamás entendí. ¡Para mí el azúcar es para el té y el limón para las milanesas! No puede ser para la cara... ¿Y si te atacan las moscas?

Pero bueno ¡Así soy yo! Y no me arrepiento...

En este momento comprendo por qué los diarios se me acaban tan rápido... con comentarios tan estúpidos como ese... lo raro sería que duraran...

- - - - -

Ahora estoy sentada junto al fuego de la Sala Común. Solo estamos los chicos y yo. Sirius está a mi lado. Ellos no paran de hablar, como si no hubieran hablado lo suficiente en el camino aquí... hace un ratito hablaban de las bromas de este año, de cómo fastidiar a Quejicus, pero en este momento están hablando de... mejor te hago un relato en vivo:

-¿Cuándo dejarás esa cosa? -pregunta Sirius.

-Jamás.

-¿No te cansas de escribir ahí? -pregunta James.

-Si me cansara, no lo haría.

-Déjenla en paz -me defiende Remus.

-Es que hacer eso es de chicas -dice Sirius.

-¿Y yo que soy?

-Chica no -se burla.

Bien, perdí el hilo, porque me detuve a golear a Sirius con este libro. Pero dijo algo así como:

-Está bien, bien... déjame... ¡Eres chica! ¿Estás feliz? -dejé de golpearlo y después agregó:- Auch, esa cosa es enorme, duele
¿sabes?

-Por supuesto que lo sé, querido. Porque si no fuese así, habría ido a buscar algo más contundente. Y si sigues tratándome de transexual, voy a tener que tomar medidas violentas.

-¿Qué es violento si eso no lo fue?

-Créeme, no querrás enterarte.

-No entiendo por qué te enojas de que te tratemos como a uno de nosotros, si te comportas como uno de nosotros -reflexionó James.

-No me comporto como uno de ustedes... es simplemente, que no me comporto como una de ellas.

-Buen argumento -apuntó Remus. Por supuesto, él único de todos nosotros capaz de distinguir un argumento interesante, dentro de una discusión innecesaria e irracional.

Luego de que él hablara, se produjo un silencio en el que aproveché para escribir esto, Sirius mira el fuego y James está con la vista perdida.

-Yo no entiendo qué es lo que escribes ahí –sostiene Sirius acercándose para ver, no se lo permito, y casi volteo el tintero.

-Escribo las estupideces que ustedes dicen...

-¡Oh, por favor! ¡No son cosas que sean dignas de escribir!

-Ya lo sé. Pero creía que iba a ser una respuesta que te callara... me equivoqué. Estoy cansada, me voy a dormir...

Me levanté y amagué a irme, pero no lo hice de inmediato. Los chicos también se levantaron pero Sirius no. Se quedó sentado, mientras yo me estiraba un poco. Luego tiró de mi brazo y me empujó al sillón, jugando.

James se burló:

-Está bien, si no quieren esperar hasta estar solos, pueden empezar ahora.

Remus regañó a Sirius.

-No seas tan bruto con ella -pero te puedes imaginar el caso que le hizo.

Los chicos se fueron y yo intenté salvarme de Sirius, como hacemos siempre que le sale en cachorro juguetón de adentro, la cosa es que ambos terminamos en el piso... todavía me duele.

Pero te juro que en ese momento, sentí que se me iba a hacer difícil evitar que pase algo más entre nosotros... o más extraño aún: sentí que no querría evitarlo.

Pero él es mi amigo, está prohibido... todavía no me saco de la cabeza el beso en Hogsmeade. Tampoco podría tener algo con él. Arruinaría por completo el grupo de amigos, no puede haber un pareja dentro del quinteto... todo quedaría desequilibrado.

Y todo era muy confuso, una parte de mí quería, otra me decía que no. No estoy segura de si me gusta o no, y esa es una razón suficiente para no intentar nada: luego las cosas serían peor, porque podríamos acabar peleados y no solo perderíamos un noviazgo, sino una amistad muy grande, y no me quiero arriesgar por lo menos hasta no estar segura.

Pero, fue una fortuna que cuando caímos del sillón yo quedé arriba de él, por lo tanto, escapar dependía de mí... si yo hubiese quedado abajo, no hubiese tenido escapatoria alguna. Al notar eso, me levanté y le extendí la mano, él la tomó y yo lo ayudé a levantarse. Nos despedimos un poco tentados de risa, y cada uno siguió su camino. En cuanto estuve acá me puse a escribir.

La verdad que ya no sé qué pensar, y no sé si voy a poder dormir... ¿Me gusta Sirius? ¿O es solo la ilusión de que fue él el primero que...?

Déjalo ahí... no, no creo que así sea, bueno, no debería ser así. Tanto tiempo callada, tanto tiempo en las sombras sin que nadie en Hogwarts supiera ni mi nombre. Ahora estoy dentro de esto y no puedo enamorarme de uno de ellos… sería como… romper las reglas.

2-09-84
Querido Diario:

Mesa del desayuno.

Estoy aquí lista para empezar el año. Sirius se comporta como siempre, como si nunca pasara nada cuando estamos solos. Peter come una tostada de a pequeños mordiscos en los bordes, como si fuera una rata... qué asco. James mira a Lily, que está sentada con unas chicas (lo cual me recuerda algo que tengo que hacer esta noche) y Remus lee El Profeta. Linda forma de empezar el día.

Hoy, revisando los horarios, descubrí que hay tres materias que compartimos con Slytherin, eso es tener mala suerte. Aunque todo tiene su lado bueno, tendremos más tiempo para molestar a Quejicus, si estamos aburridos... es increíble como eso levanta el ánimo antes de una aburrida clase de Historia de la Magia. Las materias compartidas con esos cochinos de Slytherin, son: Cuidado de los Seres Mágicos, Pociones e Historia. Defensa contra Artes Oscuras, la tenemos con Ravenclaw, lo que a James no le gustó: esa es la típica materia que requiere un levante de ánimo, y que a él le gustaría compartir con Slytherin, porque a él odia DAO, tanto como yo HM, y preferiría molestar a Snape antes de Defensa y no de Historia.

Hoy tenemos Botánica primero, y luego dos de Historia (almuerzo) y después... bueno, te pego el horario acá, y listo.

Tengo libre la tarde de los Viernes, con eso le perdono todo a Albus... me gusta tener una tarde libre a la semana, es más práctico que tener siempre alguna clase a la hora a la que me gusta dormirme un siestita. Ahora empieza mi primera clase. No voy a tener tiempo de escribir hasta la noche. Entonces te contaré cómo me fue.

Nos vemos luego… lo cual es una expresión, dado que no tienes ojos.

- - - - -

Ahh… hoy fue un día largo, bah, una noche larga, el día estuvo bien. De las clases, lo único que voy a decir para no hacerlo tan denso, es que todos los profesores se dedicaron a asustarnos acerca de los exámenes para las MHB, que son este preciso año ¡Ay, por favor! ¡Si para temerle a esos exámenes necesitara ayuda, la habría pedido! Lo que sé que voy a hacer es estudiar desde un par de meses antes, para solo dedicarme a repasar, si se me antoja, la última semana.

Lo de noche larga, viene de que a los chicos se les ocurrió algo para terminar nuestro proyecto... ese que venimos planeando desde que los conozco, y ellos desde antes: el de hacernos animagos. Parece que todo está listo y es hora de ponerlo en práctica. Solo queda una cosa, decidir qué clase de animal queremos ser. Necesitamos tres animales grandes y hábiles, que puedieran controlar a un licántropo si fuera necesario; y un animal pequeño, que pueda apretar el nudo del Sauce Boxeador, para pasar por el pasadizo.

Yo había pensado en ser pantera... ya sé que tiene doble sentido la palabra, pero tenemos muchas cosas en común. La pantera, es un animal muy hábil y con buena vista nocturna, trepa muy bien, tiene saltos excelentes y una destreza excepcional. Y yo... yo soy una inútil, soy miope (así que si de día veo mal, piensa que de noche aún peor…), no trepo ni al taburete del Sombrero Seleccionador, no salto ni la soga… ¿y destreza? Para meter excusas para no ir a clase. Digamos que una pantera es todo lo que yo jamás podría ser sin mucha magia ilegal.

Pero... hacer esto nos puede costar la vida, y lo estamos arriesgando por un amigo. Me parece injusto ser la única que no lo haga. Y eso es lo que me quita cualquier duda. Es por él... no hay razón para no cometer este arranque de inconciencia.

Además, que todos se convirtieran en animal menos yo, me distanciaría del grupo. No quiero ser la única estúpida que no sea peluda y con cuatro patas.

Bueno, creo que ya me decidí, voy a ser pantera. Mañana vamos a intentarlo, con suerte seremos animales para la próxima luna llena...

3-09-84
Querido Diario:

Hoy el día empezó con una sacudida a…

-¡Hey, Quejicus! -lo saludé con una gran sonrisa- ¿Cómo te fué en las vacaciones?

Él sacó la varita con la misma velocidad que yo, pero James, ya la tenía afuera, y le ganó.

-Expelliarmus! Impedimenta! -comenzó a forcejear con unas cuerdas invisibles.

-Odio a los que se meten con las mujeres -opinó Sirius.

-¿Ella es mujer? ¿Seguro? -dijo el feo desde el piso.

Las sonrisas de los cuatro chicos se borraron repentinamente, y también las de los que estaban observando alrededor. Y ni te cuento cómo me hervía la sangre. Si me molesta que mis amigos me traten de hombre, ni hablar del idiota ese. Sin embargo, no iba a mostrar que me había afectado. Jugando con la varita en la mano, me acerqué lentamente a él, y dije en tono bajo pero audible:

-Cuando quieras, puedes venir a comprobarlo… -hubo unas risas aisladas, y las sonrisas volvieron a las caras de sus amigos- te doy la invitación. ¿Te gustaría ser el hombre de mi vida, Quejicus?

-Moriría antes de andar con una Sangre Sucia -contestó bruscamente, y todo asomo de sonrisa desapareció de los espectadores; esta vez, no pude disimular que me había afectado.

-No me gustó lo que le dijiste -bramó James-. Locomotor mortis!

Las sogas del maleficio anterior estaban casi sueltas, cuando Quejicus recibió el nuevo hechizo.

-No hace falta que me defiendas, querido, no me afecta lo que dijo -mentí, en una lucha interna para no matarlo-. Es solo que no lo esperaba. Hasta cierto punto me parece justo, después de todo, siempre es él el que la pasa peor… -lo miré con lástima y me acerqué más a él, hasta quedar de rodillas a su lado. Sonriendo con maldad, le puse una mano en el hombro-, ¿Quieres ayuda? Puedo sacarte el maleficio –mi voz tenía un tono de fingido arrepentimiento.

El narigón permaneció en silencio, aunque sus ojos despedían más insultos de los que se pueden pronunciar.

-Te lo digo de verdad –el sarcasmo era cada vez más evidente, y hubo un asomo de risa entre la multitud-. Hoy estoy en mi día “Sexy-niños”, y creo que te lo sacaré.

-¡Oh, vamos! –se quejó James-. Él no quiere que se lo saques, no te ha dicho que sí.

-Es porque lo puse en un aprieto: si responde que no, queda como idiota; y si responde que sí, como marica.

-No ha dicho ‘sí’ y no ha dicho ‘no’. Quizá no se puede decidir si es más idiota que marica -acotó Sirius…

¡Además de lindo, inteligente y cruel! ¡Es imposible no gustar de él!… ¿Quién dijo eso? ¡Yo no fui!

-Finite Incantato! –exclamé finalmente-. Accio varita!

La varita de Quejicus voló a mi mano.

-¿Qué estás…? -comenzó Sirius, pero en ese momento, apareció la profesora McGonagall, por la esquina del corredor.

-¿Qué sucede aquí? ¿Por qué no están en clase? -preguntó con los labios tensos.

-Esperamos al profesor Binns -expliqué.

Pero los ojos de la profesora pasaban de mí a Quejicus y de él al cuarteto que sonreía unos pasos detrás de mí.
-No están peleando ¿verdad? -quiso saber ¡Cómo si fuera a decírselo!

-Por supuesto que no -dije despreocupadamente-. Mi querido amigo Snape tropezó y yo lo estoy ayudando a levantar sus cosas.

Ambos seguíamos en el piso. Me levanté y le tendí una mano a Quejicus. Hubo un momento de tensión en el que nadie se movió. Le dirigí una mirada amenazadora y él tomó mi mano. Lo ayudé a levantarse, y ambos quedamos unidos como grandes amigos, mientras la profesora McGonagall nos miraba cuidadosamente, buscando cualquier indicio de mentira en esa versión.

Finalmente anunció que iría a ver que demoraba al profesor Binns.

-Bien hecho, querido –hice notar-. Se ve que tienes sentido común suficiente como para saber lo que te conviene. Lo había puesto en duda, cuando me dijiste “Sangre Sucia”. Escucha, no siempre lo dejo pasar tan fácilmente.

Volteé, para ver a los chicos.

-Estuviste rápida -me felicitó Sirius-. Si no veías a McGonagall, hubieses perdido ante ella tu papel angelical.

-¿Qué tengo en los ojos, un periscopio? ¿Cómo la voy a ver antes de que doble? Oí el ruido de tacos, y era paso firme. No podía ser otra que ella. Y, querido, ella ya sabe que mis apariencias engañan, si me paso con ustedes todo el día, es evidente que no soy un ángel. El hecho de que jamás me haya visto, no quiere decir que no sepa que lo hago. Es solo que no quiero darle pruebas… todavía…

La gente que se había quedado mirando, comenzaba a seguir su camino. El profesor Binns, que había llegado, nos hizo un ademán de que entremos al Salón. Quejicus y yo cruzamos miradas, la de él, llena de odio y yo simplemente le guiñé un ojo y le tiré “un beso volador”. James lo vio.

-Te ganaste su afecto ¿No? –había sarcasmo en cada palabra.

-¡Uy, sí! ¡Me adora!

Y así concluyó todo.

¡Ah! Otra cosa más importante: ¡Hoy es el día!

Todo está listo, hoy en la noche, nos cubriremos con la capa de James, tomaremos el Mapa Sin Nombre y saldremos de la sala común. Luego de atravesar los terrenos, oprimiremos el nudo del sauce boxeador, e iremos a la Casa de los Gritos, como Dumbledore logró que los de Hogsmeade le digan. Remus vendrá con nosotros, dice que no puede dejarnos solos en el momento en el que “arriesgamos la vida por una locura innecesaria”.

James se decidió por un Alce... aún no sale con Lily, y ya se ha puesto cuernos... ¡Eso es pesimismo!. Peter se decidió por una rata... no nos dijo por qué exactamente. A mí me da igual... lo que no entiendo es cuál va a ser el cambio, ya de por sí, es bien parecido a un rata. La única diferencia que encuentro es que las ratas son más graciosas, sirven de mascota, y tienen un justificativo coherente y lógicamente válido para ser dentudas y con cara peluda... Peter no tiene justificación. Sirius se decidió por un perro. Un gran perro negro, fue lo que dijo, y será útil... a mí me gustan los perros...

Y finalmente, yo seré Pantera, ya te dije por qué y no tengo ganas de andar repitiendo...

En fin... son las diez de la noche, tengo toda la tarea lista. Dentro de dos horas salimos, y cuando regrese, todo será distinto... si regreso...

2 comentarios:

  1. Pecosa :) aaaay no sabe lo feliz que me pone encontrarte :) me tengo que releer la historia y volver a disfrutarla tanto ^^ por cierto, ¿no tienes LJ? Ahí se publican muchos fics también y hay mucha gente del fandom de HP dispuesta a leer. Si quieres visitar mi LJ y enterarte de mis novedades, es este: http://behind-a-soul.livejournal.com aunque las entradas "interesantes" son privadas, así que si no me tienes como amiga no las puedes ver! Espero verte por ahi, porque por aquí no sé cómo enviarte un privado y quiero hablar contigo :) Un besito grande: Nerea

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    1. Perdón, soy muy colgada y tiendo a olvidar todo. Entre esas cosas, que este blog existe. Entré al LJ, pero la verdad es que ni sé si lo seguís actualizando o qué onda... ¿algún otro punto de encuentro?

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